Cerca de Santa Catalina, Providencia y Roncador y Quitasueño, se encuentra una delicia propia de las tierras arroceras de Colombia. Una delicia que sin duda, sería el plato preferido del chef viajero Anthony Bourdain si se pasease entre los edificios inspirados en las islas en disputa. Para Bourdain, el cerdo es la vianda propia del Olimpo. Por eso, la lechona de San Andresito sería ese bocado divino que sobresale entre los puestos ambulantes del epicentro del mercado negro capitalino.
Según nos enteramos en nuestro recorrido gastronómico por San Andresito, existe un distribuidor que reparte la lechona en la mayoría de los puestos de la zona. A pesar de que los que trabajan ahí insisten en que la mejor lechona se consigue en Carpincho, la verdad es que muy probablemente los puestos de lechona en 5 cuadras a la redonda, hayan encargado las suyas en el mismo lugar: la fábrica del señor don Juan, el todopoderoso de la lechona.
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